El congreso japonés aprobó anoche enmiendas de ley que replantean las buenas maneras que las autoridades locales utilizaron para hacer cumplir las medidas de lucha contra el coronavirus. Los cambios entrarán en vigor este 13 de febrero.
El reciente aumento de casos de coronavirus y los conflictos entre los gobiernos locales y los comerciantes, además de población que se resiste a las disposiciones de la autoridad ha obligado a ponerle fin, en parte, al llamado “modelo japonés” de cumplimiento voluntario de las mismas.
Japón se acerca a los 400.000 contagios, más de 100.000 de ellos en Tokio, y registra un crecimiento en el número de muertos diarios. Tanto contagios como fallecimientos se han disparado entre diciembre y enero.
¿Qué cambiará fundamentalmente con las enmiendas de ley?
Los gobernadores de las prefecturas podrán ordenar a los propietarios de bares, karaokes y restaurantes cerrar o recortar su hora de atención e imponer multas de hasta 300.000 yenes a los infractores. El gobernador deberá informar al Parlamento antes de aplicar esta ley.
Los individuos que rechacen la hospitalización o dejen el hospital antes de su recuperación podrán recibir una multa de hasta 500.000 yenes (aprox. US$4.760). Aquellos que no cooperen con las pruebas o entrevistas epidemiológicas serán multados hasta con 300.000 yenes.
LOS HOSPITALES PRIVADOS TENDRÁN MÁS OBLIGACIONES
Por otro lado, el Ministerio de Salud y el gobernador podrán solicitar a los hospitales, incluidos los centros de salud privados, que acepten pacientes con el riesgo de ver publicados sus nombres si se niegan a cumplir el pedido.
No han sido pocos los episodios en que los directores de hospitales universitarios o administrados por corporaciones privadas japonesas se han negado a recibir pacientes con COVID-19 o han demorado su respuesta provocando una falsa escasez de servicios médicos en determinadas zonas del país.
LAS PENAS MÁS SUAVES DE ASIA
La oposición política llegó a frenar la intención del gobierno japonés de penalizar con cárcel la negación a la hospitalización y logró reducir el importe de la multa que iba a llegar al millón de yenes. Las sanciones en dinero para los comercios también fueron reducidas.
Aún así, Japón seguirá manteniendo parte de su modelo. Los pedidos de encerrarse en casa seguirán siendo no obligatorios ni habrá sanciones por no llevar la mascarilla ni por salir a la calle en medio de restricciones de movimiento en estado de emergencia ni por incumplimiento de la cuarentena en casa.
En otras partes de Asia no es así. En Corea del Sur no usar mascarilla en las calles o violar una orden de cuarentena significa el arresto y una condena a prisión. En Taiwán las multas pueden llegar a los 30.000 dólares, más de 3 millones de yenes. (RI/International Press)
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