Kuniko Inoguchi, miembro de la Cámara de Consejeros y del Partido Liberal Demócrata, ha propuesto implantar una semana laboral de cuatro días en Japón.
La medida podría tener un doble efecto benéfico.
Primero, disminuiría la cantidad de trabajadores que acuden a sus centros laborales en transporte público, reduciendo el riesgo de transmisión del coronavirus.
Segundo, al disponer de un día libre más, los empleados podrían pasar más tiempo con sus familias (asunto no menor en una sociedad tan volcada al trabajo como la nipona), reforzar su educación con cursos de posgrado, por ejemplo, o fomentar su espíritu emprendedor a través de negocios propios.
Hay compañías en Japón, como Microsoft Japan y Mizuho Financial Group, que ofrecen a sus trabajadores la posibilidad de elegir semanas laborales menores de cinco días.
Se trata, sin embargo, de grandes empresas. Para pequeñas y medianas sería más difícil poner en práctica la medida. Por ello, de acuerdo con la propuesta de Inoguchi, el gobierno de Japón les ofrecería incentivos financieros para que implanten la semana laboral de cuatro días, revela el portal SoraNews24.
Ahora bien, resta por ver qué pasaría con los salarios de los trabajadores. ¿Las empresas pagarían la misma remuneración por un día menos de trabajo (20 % menos)? Lo más probable es que si el empleado trabaja cuatro días, entonces se le pague el 80 % de su salario regular, como hacen algunas empresas.
Otra opción sería que se les pague el 100 % de su salario, pero a cambio de que hagan el 100 % de su trabajo en cuatro días. Sin embargo, si alguien apenas puede completar la totalidad de sus tareas en cinco días, menos podrá hacerlo en cuatro. En todo caso, las posibilidades están abiertas. (International Press)
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