Desde mayo de 2020 Japón ha prohibido el secador de manos (hando doraya) en oficinas, instalaciones comerciales y en los baños de las estaciones de tren para prevenir la expansión del coronavirus, pero la medida ha sido criticada por los industriales agrupados en Keidanren.
“Japón es el único país que lo ha prohibido”, se ha quejado la organización. Keidanren ha instado al gobierno japonés a revisar la disposición diciendo que el secador de manos “no provoca la propagación del virus”.
Tras la prohibición del secador de manos, la competencia empresarial por el secado de manos en Japón ha cambiado por completo, dijo el diario Nikkei.
Desde que Mitsubishi Electric diera un uso práctico y revolucionario al secador de manos, por primera vez en el mundo, en 1993, varias grandes fabricantes como Dyson y otras en Europa se lanzaron a su producción.
“Pero ahora los nuevos pedidos están disminuyendo y la producción se está viendo afectada”, ha dicho Mitsubishi Electric. Las empresas están experimentando una caída significativa en el funcionamiento de sus fábricas locales por las medidas impuestas contra el virus.
Al mismo tiempo, la industria del papel está en ofensiva con el aumento de la demanda de las toallas de papel. Japan Paper Group ha creado una web especial en la que repite las directrices del gobierno: “Suspender el uso del secador de manos y prohibir las toallas comunes”, “Instalar toallas de papel o utilizar toallas de uso personal” y “Se recomienda lavarse las manos y luego secarse con una toalla de papel”.
Importantes empresas como Marutomi Paper y Daiji Paper, que operan en la ciudad de Fuji, en Shizuoka, se han asociado para producir toallas 100% de papel y trabajan en el aumento de su capacidad de producción.
Aunque la industria del papel había reportado en 2019 una disminución del 16% en sus envíos respecto a 10 años antes, el negocio de las toallas de papel estaba en alza cuando ocurrió la crisis del coronavirus. Con la prohibición del secador de manos sus ventas se han disparado.
Entre tanto, Keidanren busca reactivar la producción de los secadores de mano y ha asegurado que no hay base científica que pruebe que este aparato propague el virus. El sector papelero, que no quiere desaprovechar la oportunidad comercial, ha respondido.
Japan Paper Group divulgó un estudio que sostiene que “el uso de toallas de papel redujo las bacterias de la yema de los dedos en un promedio del 76%” y que los secadores de manos “esparcieron 1.300 veces más bacterias en el aire que las toallas de papel”.
Keidanren ha defendido a las fabricantes de secadores sosteniendo que “el papel está siendo patrocinado por la industria extranjera y que su método de fabricación experimental no es natural”.
Otros estudios citados por el Nikkei se han colocado en una posición neutral. “Ni el papel ni el secador de manos pueden considerarse más higiénicos”, sostiene un informe de la Universidad de Arizona, EEUU. “La tecnología del lavado de manos es la más importante, es usar el jabón para enjugarlo correctamente durante unos 20 a 30 segundos”. (International Press)
Descubre más desde International Press - Noticias de Japón en español
Suscríbete y recibe las últimas entradas en tu correo electrónico.
Be the first to comment