El 19 de abril de 2019, el octogenario Kozo Iizuka atropelló con su coche a una mujer de 31 años y su hija de 3 en una calle en Ikebukuro, Tokio. Madre e hija murieron.
Iizuka, de 89 años, está siendo juzgado por un tribunal en Tokio.
El anciano, acusado de conducción negligente causante de muerte, se ha declarado inocente, informó Japan Today.
Los fiscales sostienen que Iizuka, ante una luz roja, presionó por error el pedal del acelerador en lugar del freno y embistió las víctimas, que iban en una bicicleta.
El coche que conducía viajaba a más de 90 kilómetros por hora.
La defensa legal de Iizuka arguye, sin embargo, que su cliente presionó el pedal del freno, pero que esté no funcionó correctamente, motivo por el cual no pudo detener el automóvil.
El coche tenía más de 10 años de antigüedad y su sistema de frenos se había deteriorado con el tiempo, afirmó.
Iizuka negó que hubiera apretado accidentalmente el acelerador en lugar del freno.
No obstante, una examen del vehículo realizado después del accidente no halló ningún desperfecto en el freno o el pedal.
La madre se llamaba Mana Matsunaga y su hija, Riko. El viudo y padre, Takuya Matsunaga, expresó su decepción por la negativa de Iizuka a asumir su responsabilidad.
Iizuka ocupó un alto cargo como funcionario en la extinta Agencia de Ciencia y Tecnología Industrial de Japón. (International Press)
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