Entre abril y junio de 2018, una mujer asistió a clases de extensión para adultos impartidas por la Universidad de las Artes de Kioto.
El curso, dividido en cinco sesiones, se titulaba «¿Por qué la gente pinta y quiere ver desnudos?» e informaba de que los estudiantes aprenderían historia del arte a través de desnudos.
Lo que la mujer no sabía era que en las clases se exhibirían imágenes de la parte posterior de un profesor mientras se masturbaba o la pintura de una niña agredida sexualmente.
La estudiante demandó a la universidad, alegando que las clases tuvieron un impacto emocional en ella, y el Tribunal de Distrito de Tokio ordenó a la institución educativa pagar una compensación de 300.000 yenes (alrededor de 2.900 dólares) por daños y perjuicios, informó Mainichi Shimbun.
El tribunal adujo que algunas imágenes constituían obras pornográficas ilegales y que la mujer no tenía cómo haber sabido que la obligarían a verlas como parte de sus estudios.
La universidad debió advertir de que se mostrarían obras pornográficas y con violencia sexual, según el tribunal.
Las clases de extensión, de acuerdo con el sistema que impera en la universidad, son reconocidas como créditos universitarios, motivo por el cual la mujer, que los necesitaba, tuvo que asistir a todas las sesiones. (International Press)
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