Por Nélida Tanaka*
CONSULTA: “Sra. Nélida Tanaka, tengo una hija de 15 años, es nuestra hija única. La trajimos a Japón a principios del año pasado cuando no había empezado el problema del COVID-19. Estuvimos separadas más de 12 años. Ella estuvo viviendo con la familia de mi hermana mayor en Bolivia, tiene primas de su misma edad y no puedo quejarme, siempre la trataron bien. Claro está que mandábamos siempre la manutención a la orden del día.
Nos vinimos juntas después de que estuve ahí por algún tiempo. Ella pensó que iba a venir tan solo de vacaciones de verano, pero resolvimos tenerla aquí después de haber hablado bien con mi esposo. Ella entró al primer año de la secundaria básica y antes la preparamos un poco con el japonés.
Regresaba todos los días muy cansada, muchas veces ni nos quería hablar. Este año, después de que las clases se reiniciaron, parece que se acostumbró a descansar y ya no quiere ir al colegio. Dice que aquí no va a poder seguir lo que quería estudiar en Bolivia, que es odontología, pero le digo que se debería esforzar y que lo logrará si realmente lo desea. Pero no la puedo convencer, me dice que yo no la entiendo, que es en vano hablar conmigo, lo cual como madre duele escuchar. Dígame que podemos hacer”.
RESPUESTA:
Ustedes, como padres deben estar gozando de tenerla cerca después de tantos años, es volver a ser familia. Sin embargo, para ella debe ser bastante duro porque no pensaba venir para quedarse. Debe tener una mezcla de sentimientos porque por un lado querrá estar cerca a ustedes, pero por otro, puede tener otros proyectos. Ha vivido 12 años en su país, que no es un tiempo corto, tendrá su mundo, sus amigas y amigos, y sus planes de carrera para el futuro.
Esa vida se ha visto interrumpida repentinamente cuando ustedes decidieron tenerla aquí. En primer lugar, su permanencia en Japón no era algo que ella sabía de antemano; en cierto sentido se habrá sentido «engañada» al no haber conocido esa posibilidad decidida entre los padres. Ni siquiera se habrá despedido de sus amigos y tal vez ha dejado algunas actividades a medias.
Creo que lo más importante es que hablen con ella, en especial que la escuchen. Es claro que ustedes como padres desean estar junto a ella, pero escuchen que es lo que ella siente y no traten de justificar su decisión. Tener la valentía de disculparse por no haberle consultado antes sobre su permanencia aquí será un paso para mejorar la comunicación.
Por otro lado, el hecho de que haya empezado la escuela secundaria sin que supiese nada de japonés habrá sido muy duro para ella. Se trata de aprender 2.136 kanjis para la vida diaria y estar a la par de sus compañeros. Esto para empezar, porque mientras aprender a hablar y leer el idioma, tiene que familiarizarse con el lenguaje académico para poder proseguir los estudios.
Ella desea estudiar odontología. Para poder entrar a la facultad de odontología en una universidad japonesa tendrá primero que estudiar en una secundaria superior que le posibilite un nivel de puntaje que le permita seguir los estudios posteriores que ella quiere. Ya le quedan pocos años para lograr superar estas barreras. Son aspectos muy concretos que hay que tomar en cuenta.
Hablen bien con su hija, escuchen cuáles son sus ideas y lo que desearía hacer. También tengan en mente la posibilidad de que ella regrese con sus tíos y primos, ¿sería eso posible? Hablen bien con sus familiares de antemano, si es posible que la reciban nuevamente. Lo bueno es que ella ha sido muy bien recibida por su tía y su familia, esto ayudará mucho a la hora de evaluar las diferentes posibilidades.
Como padres imagino que querrán tenerla junto a ustedes, pero existe la posibilidad de que ella quiera proseguir con la vida que tenía en Bolivia, en especial si ya tiene metas y aspiraciones. En este caso aunque haya la separación física, estarán mucho más cerca emocionalmente por la sinceridad que están construyendo entre ustedes.
(*) MScs. Nélida Tanaka, psicóloga clínica radicada en Japón. Es columnista de International Press desde 1999. Escríbale a: consultas@hotmail.com
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