En 2014, un grupo de ancianas en Japón perdió entre 7,5 millones de yenes (71.100 dólares) y 74 millones de yenes (701 mil dólares), víctimas de una estafa que involucraba la compra de bonos corporativos de una compañía inexistente.
Seis años después, el Tribunal de Distrito de Tokio ordenó a los líderes y miembros del grupo yakuza Sumiyoshi-kai a pagar una compensación de 170 millones de yenes (1,61 millones de dólares) a las mujeres, informó Asahi Shimbun.
Las operaciones fueron realizadas por subordinados de la banda criminal, pero bajo las órdenes de sus superiores.
Las víctimas, siete residentes en las regiones de Kanto y Chugoku, habían solicitado una compensación de alrededor de 200 millones de yenes (1,89 millones de dólares) al exjefe de Sumiyoshi-kai, Hareaki Fukuda, el actual líder, Isao Seki, y otros tres miembros de la organización criminal.
El fallo es el cuarto de un tribunal de distrito que ordena a los líderes de una banda yakuza pagar una compensación por demandas de este tipo, y el monto establecido es el mayor de los cuatro veredictos.
A menudo, los jefes de la yakuza rehúyen su responsabilidad al negar cualquier conexión con los actos de sus subordinados.
En el presente caso, sin embargo, el tribunal determinó que los líderes de Sumiyoshi-kai emitieron órdenes a sus subalternos para que estafaran a las ancianas, y que incluso forzaron a personas que no pertenecen a la banda a involucrarse en las operaciones bajo amenaza. (International Press)
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