Antes de la pandemia de coronavirus, la principal preocupación de los organizadores de los Juegos Olímpicos de Tokio era el intenso calor. Incluso se decidió el traslado de la maratón, entre otras competiciones, a la ciudad de Sapporo, donde la temperatura es más baja.
Hasta que llegó la pandemia y arrasó con todo, forzando el aplazamiento de los Juegos para julio y agosto de 2021.
Sin embargo, eso no significa que el calor haya dejado de ser un problema. Por el contrario, podría convertir los Juegos en una “pesadilla”, según Makoto Yokohari, profesor de medio ambiente y planificación urbana en la Universidad de Tokio.
En declaraciones ofrecidas a Reuters, el también asesor del comité organizador advirtió del riesgo que representa el verano en Toko por la peligrosa combinación de calor y humedad.
“El problema no es solo la temperatura, sino también la humedad”, subrayó Yokohari.
El experto analizó las condiciones climáticas de las ciudades que albergaron los Juegos Olímpicos desde 1984 y concluyó que combinando temperatura y humedad, Tokio es la peor de todas.
Con una temperatura promedio en agosto de 30,8 grados, los organizadores deben prepararse para lo peor, señaló.
«Si el clima resulta como ahora, o como el año pasado, entonces será una pesadilla», dijo.
Si los Juegos pudieran celebrarse en un mes de noviembre, por ejemplo, sería mucho mejor, afirmó el experto, pero “desafortunadamente” el Comité Olímpico Internacional se negó. (International Press)
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