El mismo dia en que Shinzo Abe batió el récord como el primer ministro de Japón con más tiempo consecutivo en el cargo (casi 2.800 días), fue a un hospital por asuntos relacionados con su salud.
En declaraciones ofrecidas a los medios, Abe, de 65 años, aseguró que estaba listo para trabajar tomando todas las precauciones para cuidar su salud.
Sin embargo, advierte Kyodo, el Primer Ministro japonés es un líder hoy sitiado por las críticas a la gestión de su gobierno de la pandemia de coronavirus y las dudas sobre su salud.
Un sondeo realizado por la agencia de noticias japonesa revela que el 36 % de los japoneses respalda su desempeño, el segundo nivel más bajo desde que llegó al poder en 2012.
No se han revelado detalles sobre la salud del primer ministro, atizando las especulaciones. Una revista informó de que Abe había tosido sangre en julio.
El primer ministro parecía visiblemente cansado en sus apariciones públicas recientes.
La coyuntura obliga a recordar que Abe, primer ministro entre 2006 y 2007, tuvo que renunciar durante su primer mandato debido a una colitis ulcerosa, que puede provocar dolor de estómago, diarrea y fatiga extrema.
Abe completará su tercer periodo como líder del Partido Liberal Demócrata en 2021. ¿Quién lo sucedería si tuviera que irse antes por problemas de salud?
Sin un sucesor nombrado, su retiro dejaría el campo abierto para una disputa entre los aspirantes dentro del partido, según el profesor universitario Masahiro Iwasaki.
¿Quiénes se perfilarían como candidatos?
Shigeru Ishiba, exministro de Defensa que a menudo ha criticado a Abe; Fumio Kishida, jefe de política del partido y exministro de Asuntos Exteriores; Yoshihide Suga, secretario jefe del gabinete; Taro Kono, ministro de Defensa; y Shinjiro Koizumi, ministro de Medio Ambiente.
Iwasaki avizora un proceso complicado.
Abe parece hoy un líder debilitado que culminaría su mandato sin alcanzar sus grandes objetivos, como la reforma de la Constitución pacifista de Japón para reforzar a las Fuerzas de Autodefensa del país (requiere el apoyo de dos tercios de ambas cámaras del Parlamento y una mayoría en un referéndum).
No lograría, tampoco, la repatriación de los japoneses secuestrados por Corea del Norte en las décadas de 1970 y 1980, ni el regreso de los Territorios del Norte, un grupo de islas controladas por Rusia frente a Hokkaido que Japón reclama como suyas.
Por otro lado, Abe tiene el mérito de haberse mantenido ocho años en el poder y de haber impulsado una economía golpeada por el tsunami de 2011 y los coletazos de la crisis financiera global.
Sin embargo, el profesor Iwasaki sostiene que «la mayoría de los japoneses no han podido sentir los beneficios de la recuperación económica con Abe». (International Press)
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