En enero de este año, el Ministerio de Educación de Japón fijó en 45 horas mensuales el máximo de zangyo que los profesores de escuelas públicas deben realizar como parte de una reforma laboral para evitar el exceso de trabajo.
La realidad, no obstante, dice una cosa muy distinta. El mes pasado, el 57,1 % de los maestros de colegios públicos trabajaron más de 80 horas extras, superando el límite a partir del cual se incrementa el riesgo de muerte por trabajar demasiado (karoshi).
El sondeo fue realizado por la organización sin fines de lucro Kyoiku no Mori e incluyó a 1.203 personas de todo el país, según Mainichi Shimbun.
De 935 maestros que trabajan a tiempo completo en escuelas públicas, 399, equivalante al 42,7 %, trabajaron 100 horas extras o más en julio.
Las tareas que más tiempo les exigieron fueron (respuestas múltiples):
Desinfección en las escuelas para prevenir el coronavirus: 90,1 %
Orientación a los niños sobre el distanciamiento social: 88,4 %
Reuniones y conferencias: 80,9 %
Atender las preocupaciones de los estudiantes: 80,8 %
Ponerse al día con las clases: 79,7%
El último punto se refiere al hecho de que las clases estuvieron suspendidas debido a la pandemia de coronavirus.
El exceso de trabajo ha tenido efectos en el desempeño de los maestros, algunos de los cuales, por el cansancio y el estrés, no han podido atender debidamente a sus alumnos o han impartido clases de manera descuidada.
Ante los resultados, Kyoiku no Mori se ha dirigido al Ministerio de Educación para que tome medidas con el fin de reducir la carga laboral de los maestros. (International Press)
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