Se ha dicho hasta el hartazgo que el coronavirus no distingue fronteras, razas, culturas, clases sociales, etc. A cualquiera puede infectar. Es cierto, pero lo que no se dice tanto es que no afecta a todos por igual. Afecta más a quienes no pueden teletrabajar, a quienes no pueden confinarse en casa porque no tienen ahorros y les urge trabajar, etc.
En Japón, ser extranjero puede colocarte en una situación de mayor vulnerabilidad con respecto a un japonés. Lo está viviendo en carne propia una mujer indonesia de 44 años que perdió el trabajo debido a la pandemia.
La mujer, que reside en la ciudad de Ueda, prefectura de Nagano, trabajaba en la industria manufacturera y en plena propagación del virus le notificaron que en mayo culminaría su contrato debido a la escasez de trabajo.
Su hogar, formado por su esposo japonés y una hija estudiante de koko, ha perdido los alrededor de 150 mil yenes mensuales (poco más de 1.400 dólares) que ella aportaba con su salario, revela Mainichi Shimbun.
«Pienso que los extranjeros tienen más probabilidades (que los japoneses) de ser despedidos. Muchos compañeros de trabajo extranjeros han sido despedidos, a pesar de que hemos trabajado muy duro», dice.
«Estoy preocupada por lo que sucederá en el futuro. Siento que los precios son caros en los supermercados”, añade la mujer, quien solo se puede permitir comprar pollo.
“Mamá, estoy cansada de comer solo pollo», le reclama su hija.
La indonesia acudó a la oficina de empleo público «Hello Work», donde le dijeron que la situación era difícil debido a la escasez de ofertas de trabajo.
La mujer conoció a su esposo japonés en Indonesia, y en 2002 se mudó a Ueda. Aprendió japonés mirando televisión.
Aunque su situación es difícil, la indonesia no se deja abatir. Mantiene el espíritu en alto. «Hay personas que la están pasando peor que yo. Tengo que seguir adelante de manera positiva. Podría enfermarme si solo tengo pensamientos negativos todo el tiempo».
Una asociación multicultural afirma que el coronavirus ha tenido un “impacto directo” en los residentes extranjeros. En alusión a ellos, subrayó que “quienes han puesto mucho más esfuerzo de lo normal para vivir en Japón están siendo despedidos al margen de su capacidad «.
4.108 extranjeros, el 2,6 % de la población, residen en Ueda, según información oficial de septiembre de 2019. Los chinos y brasileños representan aproximadamente la mitad de los extranjeros.
Tras recibir numerosas consultas de extranjeros despedidos o desempleados, el municipio de Ueda está impartiendo, por primera vez, clases gratuitas de japonés para extranjeros que buscan trabajo. Las posibilidades laborales aumentan si una persona habla japonés.
Teléfono del municipio de Ueda: 0268-26-6023. (International Press)
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