Con una ceremonia realizada con un número reducido de participantes para evitar la propagación del nuevo coronavirus, Hiroshima recordó hoy los 75 años del ataque con bomba atómica ocurrido un 6 de agosto de 1945.
Entre los asistentes se encontraban el primer ministro, Shinzo Abe, los sobrevivientes, familiares y unos 785 invitados, entre ellos representantes diplomáticos de 83 países y de la Unión Europea.
A las 08.16, hora en que cayó la bomba, sonó la «campana de la paz» y se guardó un minuto de silencio en recuerdo de las víctimas del ataque nuclear. Unas 80.000 personas murieron instantáneamente, y hasta finales de ese año las víctimas mortales se elevaron a unas 166.000.
En el monumento conmemorativo a las víctimas de la bomba en el Parque de la Paz, se agregaron 4.943 nombres que pertenecen a los fallecidos este año y que ya suman un total de 324.129 personas.
El alcalde de Hiroshima, Kazumi Matsui, insistió en su pedido al Gobierno central para adherir a Japón al Tratado de Prohibición de Armas Nucleares que fue aprobado por la ONU hace 3 años. Sin embargo, para que el tratado entre en vigor es necesaria la aprobación de unos 50 países y hasta ahora sólo lo han hecho 40, en los que no se encuentra Japón.
En su discurso en Hiroshima, Abe, dijo que «Japón hará todo lo posible por conseguir un mundo sin armas nucleares».
Por su parte, el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, dijo en un mensaje por vídeo que «la única forma de acabar con el peligro de las armas nucleares es eliminarlas completamente». (International Press)
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