Las salas de pachinko tienden a ser espacios cerrados y concurridos, donde la gente permanece horas jugando. ¿Caldo de cultivo para el coronavirus? Así parece. Sin embargo, a diferencia de los clubes nocturnos, no se ha estigmatizado a las salas de pachinko como focos de infección.
¿Por qué si aparentemente cumplen con las condiciones para serlo?
La razón, lo que hace diferente a estos sitios de los bares, karaokes o restaurantes, por ejemplo, no es lo que la gente hace, sino lo que NO hace, explica SoraNews24.
¿Y qué NO hacen (o no suelen hacer) las personas en las salas de pachinko? Hablar. Al no abrir la boca, se reducen los riesgos de contagio.
La gente se sienta frente a una máquina, comienza a jugar y toda su atención está puesta en ella, no en establecer comunicación verbal en un espacio ruidoso que la desalienta.
“Ahí está el secreto del éxito de las salas de pachinko: todos simplemente mantienen la boca cerrada”, resalta el portal.
La Dra. Riko Muranaka lo dice así: «Se puede decir que las salas de pachinko, donde la gente rara vez habla, tienen un bajo riesgo de contagio si todos usan mascarillas».
Eso sí, no hay que bajar la guardia. Uno también se puede infectar si toca una superficie contaminada y se lleva la mano a la boca, ojos o nariz, y en una sala de pachinko abundan las cosas susceptibles de tocar, comenzando con las máquinas.
Por otro lado, es posible que haya salas de pachinko que sean focos de infección y que no se sepa aún. Hay que estar siempre alerta. (International Press)
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