Después de varios meses de prohibición, Japón está listo para permitir desde este verano el ingreso al país de viajeros extranjeros en misión de negocios tan solo presentando el test de coronavirus con resultado negativo, reveló el diario económico Nikkei.
Las discusiones sobre la implementación de algunas otras reglas ya comenzaron con Nueva Zelanda y seguirán este mismo mes con Tailandia, Vietnam y Australia.
El acuerdo se negociará para ambos lados y cubriría a ejecutivos corporativos, ingenieros y otros especialistas, transferencias internas de empresas y aprendices técnicos, entre otros, según detalles a los que tuvo acceso el Nikkei.
Para recibir una visa, los viajeros deberán presentar el resultado negativo de la prueba de coronavirus PCR ante la embajada o consulado japonés en el país de origen. También tendrían que proporcionar un itinerario de viaje detallado y alojamiento durante dos semanas después de ingresar a Japón para permitir el rastreo de contactos.
La compañía receptora en Japón tendría que explicar por qué el viaje es necesario y proporcionar información sobre su supervisión del viajero.
Al llegar a Japón, los visitantes deberán someterse a otra prueba de PCR en el aeropuerto e informar sobre su salud durante las dos semanas anteriores. Si la prueba resulta negativa y el papeleo está en orden, se les permitiría omitir la cuarentena de dos semanas.
Los viajeros tendrían además prohibido el uso del transporte público durante dos semanas después de su entrada a Japón. Una propuesta requeriría que los visitante mantengan activada la aplicación de rastreo de ubicación en sus teléfonos inteligentes.
Salir de los lugares aprobados podría ser castigado con la deportación.
Debido a que las restricciones de inmigración son generalmente recíprocas, los ciudadanos japoneses probablemente estarían sujetos a reglas similares en países que acepten estos términos. (International Press)
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