El primer ministro Shinzo Abe da los toques finales a la declaración de emergencia que sería anunciada a más tardar mañana martes, dijo hoy un funcionario del gobierno. Entraría en vigencia al día siguiente.
Hasta ahora, el gobierno estuvo más preocupado por el impacto de una declaración de emergencia en la economía japonesa, pero el rápido crecimiento de casos en Tokio y otras prefecturas y un posible colapso del sistema médico ha hecho cambiar el rumbo de las cosas.
Durante el fin de semana pasado, el número de infectados del sábado y domingo aumentó en 723 para sumar un total de 3.858 personas sin incluir a las 712 del crucero. Se han reportado 104 muertes.
Se espera que el Primer Ministro anuncie por la noche de hoy lunes los preparativos para una declaración de emergencia, aunque antes convocará al comité de expertos para analizar la duración y área donde se aplicará la medida.
Funcionarios de gobierno dijeron que el estado de emergencia sería declarado mañana para un período de “al menos tres semanas” en un área que comprendería tres prefecturas, posiblemente Tokio y Osaka.
No obstante, no significará el cierre de las ciudades como en Estados Unidos y Europa, manfestaron.
Una declaración de emergencia, la primera de su tipo en Japón, restringiría ciertos derechos individuales, permitiendo a los gobernadores de las prefecturas pedir medidas específicas para prevenir la propagación del virus.
Las autoridades de las áreas sujetas a la declaración podrán instar al público a abstenga de salir, excepto para comprar comestibles, ir al hospital o a trabajos esenciales que incluyen la atención médica y el transporte.
También pueden imponer restricciones al uso de instalaciones donde se reúnen grandes grupos de personas (escuelas, centros de bienestar social, teatros, locales de música, estadios), incluso solicitarles que cierren temporalmente.
En el caso de que los hospitales existentes se desborden y se necesiten establecer rápidamente espacios nuevos, los gobernadores podrán expropiar terrenos y edificios privados en determinadas circunstancias.
Además pueden solicitar suministros médicos y alimentos a personas que se niegan a venderlos, y obligar a las empresas a ayudar a transportar bienes de emergencia como medicinas.
AJUSTES AL PAQUETE ECONÓMICO
Entre tanto, la administración de Shinzo Abe también hace ajustes adicionales al paquete de medidas económicas de emergencia que quedaría listo este martes para su presentación al Congreso.
El paquete incluye el pago de 300.000 yenes por hogar exentos de impuestos entre febrero y junio desde que el ingreso mensual del cabeza de familia haya disminuido desde la aparición del brote de coronavirus en el país.
En el plano médico, el gobierno pretende asegurar pastillas de Avigan para cubrir el tratamiento de unas 2 millones de personas hasta fin de año. (International Press)
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