En Japón se han reportado poco más de 1.100 casos de coronavirus. Considerando su población (alrededor de 126 millones) y en comparación con otros países, la cifra es baja. Sin embargo, ¿cuán real es?
El 14 de marzo, el primer ministro Shinzo Abe dijo que Japón tiene la capacidad de testear a más de 6.000 personas por día. Sin embargo, entre el 18 de febrero y el 19 de marzo solo se realizaron 37.726 pruebas.
Aunque la Organización Mundial de la Salud insiste en la importancia de efectuar pruebas a gran escala para contener el virus y evaluar cada caso sospechoso, las autoridades japonesas tienen otro punto de vista.
Takuma Kato, subdirector de la división de control de enfermedades infecciosas del Ministerio de Salud, dijo el 11 de marzo que en Japón no hay tanta necesidad de hacer pruebas como en otros países.
Japón no sufre un gran número de casos de pacientes con síntomas graves como en Italia, manifestó.
Sin embargo, Kentaro Iwata, profesor de enfermedades infecciosas en la Universidad de Kobe, alberga dudas al respecto.
En entrevista a Kyodo, Iwata dice que “Japón no ha contenido (el virus), o quizás debería decir que ni siquiera podemos juzgar si lo hemos contenido sin realizar (un número suficiente de pruebas)».
Para Iwata, Japón tiene que hacer más pruebas en áreas donde está aumentando el número de casos.
Por otro lado, expertos consultados por Kyodo advierten de que muchos organismos gubernamentales y compañías privadas son reacios a tomar medidas drásticas contra la propagación del virus y solo lo hacen cuando detectan que un empleado está infectado.
Es necesario que actúen con rapidez, pues los resultados de las pruebas pueden demorar hasta dos semanas y mientras tanto la cantidad de infectados podría subir.
Además, si recién toman medidas cuando se descubre un caso, podrían sufrir grandes pérdidas económicas al tener que restringir sus operaciones. (International Press)
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