Poco después de que Japón atacó Pearl Harbor en 1941, el presidente de Estados Unidos, Franklin Roosevelt, ordenó el encierro de miles de inmigrantes japoneses y sus descendientes -considerados como una amenaza a la seguridad nacional- en campos de internamiento, algunos de ellos en el estado de California.
La Asamblea de California decidió en una votación por unanimidad disculparse oficialmente por el papel que jugó el estado en el encarcelamiento de miembros de la comunidad nipoestadounidense durante la Segunda Guerra Mundial.
A través de una resolución, la asamblea también ofreció disculpas por no defender los derechos civiles y las libertades de los nipoestadounidenses, informó Kyodo.
Al Muratsuchi, miembro de la asamblea que presentó la resolución, dijo que California desempeñó un rol protagónico en “alimentar las llamas del racismo» en Estados Unidos.
Alrededor de 120.000 nipoestadounidenses fueron recluidos en 10 campos durante la guerra. (International Press)
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