El Ministerio de Asuntos Exteriores de Japón tenía información de que existía un plan para atacar a Tetsu Nakamura, el médico japonés que fue asesinado a balazos el miércoles en Afganistán, informó Mainichi Shimbun.
Poco antes de mediados del mes pasado, las autoridades japonesas obtuvieron la información, altamente creíble, de que un grupo armado tenía planeado atentar contra el médico y así se lo hizo saber cuando este visitó Japón en noviembre.
Por otro lado, el gobernador de Nangarhar, provincia donde se produjo el asesinato, dijo que también estaba al tanto de que la vida de Nakamura corría peligro y que alertó al médico.
Cuatro soldados y un policía protegían al médico, según el gobernador.
En el atentado contra Nakamura murieron otras cinco personas, todas afganas, que viajaban con él en un coche.
En Nangarhar hay una fuerte presencia del Estado Islámico y muchos distritos están fuera del control del gobierno afgano, reveló Mainichi. Hasta ahora ningún grupo armado se ha atribuido la autoría de los crímenes.
Por otro lado, un representante de la organización humanitaria que lideraba Nakamura dijo que este era consciente de que su vida estaba en peligro y que había tomado todas las medidas de seguridad posibles en Afganistán.
El vocero enfatizó que el médico nunca viajaba sin un guardia de seguridad y que cambiaba regularmente de ruta. (International Press)
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