El lunes, la policía halló el cadáver de un niño de 10 años y a su madre inconsciente en el apato de la prefectura de Shimane donde vivían.
La policía cree que la madre, una mujer en la cuarentena, asesinó a su hijo y luego intentó quitarse la vida.
Hasta el 25 de noviembre, el niño estuvo bajo la custodia de un centro de bienestar infantil, informó Mainichi Shimbun.
Un empleado municipal visitó el lunes el apato para verificar el estado de salud del niño después de que la escuela donde estudiaba informó de que había faltado a clases.
El funcionario vio a través de la ranura del buzón de la puerta una mancha de sangre en el interior de la vivienda y llamó a la policía.
¿Por qué el niño estaba bajo protección? Porque su madre lo golpeaba y se había ausentado de la escuela por un cierto periodo. El centro de bienestar infantil lo acogió el 11 de septiembre, pero el 25 de noviembre permitió que volviera con su madre.
Antes de que retornara con su mamá, el centro hizo preparativos para que el pequeño pudiera reinsertarse en su vida familiar. Fue una decisión fatal.
El jefe del centro dijo que «la madre parecía tranquila. Creo que tomamos la decisión correcta (permitir que el niño volviera con su mamá)”.
Sin embargo, expresó su pesar por el hecho de que no hubieran podido prevér los resultados de su decisión.
El estado de la madre es crítico. Lo que se sabe del padre es que fue hospitalizado en agosto. (International Press)
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