El municipio de Sapporo autorizó el asesinato de un oso pardo que había sido visto repetidamente en una zona residencial de la ciudad en agosto.
La medida fue un alivio para los residentes, libres del peligro que representa un animal salvaje que podría atacarlos. Sin embargo, muchos ciudadanos han criticado el sacrificio del oso.
Sapporo recibió más de 600 llamadas telefónicas y correos electrónicos por su decisión de matar al oso. El 60 % se oponía a ella. La mayoría de los detractores no eran residentes en la prefectura de Hokkaido, revela Asahi Shimbun.
Mientras uno sugería neutralizarlo con un arma tranquilizante y después llevarlo de regreso a las montañas, otro pedía que lo trasladaran a un zoológico.
Sin embargo, Sapporo defiende su posición arguyendo que no tenían otra opción más que matar al oso.
Cuando un oso es visto en una zona residencial, el municipio recurre a una clasificación de cuatro niveles de acuerdo con el peligro que representa el animal.
En el caso que nos ocupa, las autoridades de Sapporo consideraron que el oso encajaba en el segundo mayor nivel de peligro, debido a su presencia constante en áreas residenciales, incluso después de haber sido expulsado a las montañas.
Un funcionario de Sapporo insiste en que la única alternativa era matar al animal porque podría haber dañado a seres humanos.
Un experto en osos pardos consultado por Asahi, Toshio Tsubota, profesor de la Universidad de Hokkaido, coincide en que fue bueno actuar antes de que se produjeran accidentes.
¿Qué opina con respecto al uso de un arma tranquilizante? El especialista explica que cuando se dispara a un oso con ella, el animal se agita y corre durante cinco y hasta diez minutos, motivo por el cual no se debe hacer en un área urbana donde hay gente alrededor.
Además, dormirlo para después llevarlo a las montañas no solucionaría el problema, pues un oso que no teme a los humanos puede volver a un área urbana rica en comida.
¿Mudarlos a un zoo? Un representante del zoológico Sapporo Maruyama, que tiene dos osos pardos, explica que estos son animales solitarios y acaban peleándose entre sí cuando se juntan. Además, no pueden aceptar más osos por falta de espacio. (International Press)
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