La ceremonia de entronización del emperador Naruhito se rodeó de un aire místico cuando minutos antes del ritual Sokui Reisei no Gi, que anuncia la coronación del nuevo emperador a Japón y el mundo, apareció sobre Tokio un hermoso y gigantesco arco iris.
Poco antes de este fenómeno, la capital japonesa y las prefecturas aledañas estaban bajo una intensa lluvia que había comenzado a medianoche por efecto de un ciclón tropical.
Cerca las 13.00, hora fijada para el inicio de la ceremonia, la lluvia amainó, las nubes se contrajeron y un tímido sol iluminó el cielo tokiota. De pronto apareció el arco iris se formó sobre parte del Palacio Imperial y de la capital japonesa.
Pronto las redes sociales se llenaron de imágenes y comentarios que relacionaron el fenómeno con una bendición de buen augurio y fortuna para la Era del nuevo emperador. (International Press)
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