Iki, situada en la prefectura de Nagasaki, se ha convertido en la primera ciudad japonesa en declararse en “emergencia climática”.
Las autoridades de la ciudad, que tiene 26.500 habitantes, explicaron que su decisión se debe a “eventos climáticos sin precedentes” que han sufrido, revela Kyodo.
Iki fue golpeada por lluvias torrenciales, que causaron amplios daños y escasez de agua.
El municipio de la ciudad japonesa dijo que los desastres naturales provocados por el calentamiento global son una «amenaza significativa».
La ciudad se ha comprometido a reducir sus emisiones de dióxido de carbono y modificar por completo las fuentes de energía a energías renovables para 2050. Asimismo, promueve el uso de hidrógeno como fuente de energía.
Iki incentiva a sus habitantes a reutilizar los recursos y reducir los desperdicios. «Queremos que nuestros residentes se den cuenta de que esto es una crisis», advirtió un funcionario local.
El año pasado, el gobierno de Japón reconoció a Iki por sus esfuerzos para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU, que incluyen acciones contra el cambio climático.
Iki se ha unido a más de mil ciudades del mundo que se han declarado en emergencia climática, una iniciativa global que surgió en 2016 con la ciudad australiana de Darebin, y espera que otras ciudades japonesas se sumen al movimiento. (International Press)
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