El 15 de agosto de 1945, Japón se rindió en la Segunda Guerra Mundial. 74 años después, el país recordó su derrota con una ceremonia en la que el emperador Naruhito expresó un «profundo remordimiento» por las acciones de su país en la guerra.
Su padre, el exemperador Akihito, usó la misma expresión cuando ocupó el trono para referirse al pasado bélico de Japón, destacó Kyodo.
«Mirando hacia atrás en el largo período de paz de la posguerra, reflexionando sobre nuestro pasado y considerando los sentimientos de profundo remordimiento, espero sinceramente que las devastaciones de la guerra nunca se repitan», dijo Naruhito.
En la ceremnia también intervino el primer ministro de Japón, Shinzo Abe, quien enfatizó que Japón «recuerda profundamente las lecciones de la historia» y prometió no repetir la tragedia de la guerra.
Sin embargo, no hizo alusión a las agresiones cometidas por Japón contra sus vecinos asiáticos.
Abe recordó a los más de 3 millones de personas que murieron en la guerra (2,3 millones de militares y 800 mil civiles, entre ellos las víctimas de los ataques atómicos a Hiroshima y Nagasaki), cuyo sacrificio fue la base de la paz y la prosperidad de las que ahora disfruta Japón. (International Press)
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