El gobierno de Japón está preocupado por la situación educativa de los niños extranjeros que residen en el país. Las autoridades japonesas desconocen si decenas de miles de chicos asisten a la escuela. ¿Regresaron a sus países de origen? ¿Se quedan en casa sin hacer nada? ¿Estudian en escuelas extranjeras no reconocidas oficialmente?
El Ministerio de Educación de Japón presentó un plan para mejorar la educación de los niños extranjeros en el país. Sin embargo, para eso primero tiene que manejar cifras oficiales sobre su situación educativa, motivo por el cual está realizando una investigación cuyos resultados se conocerán durante el verano.
Entre las medidas que el gobierno prevé tomar, Asahi Shimbun destaca cuatro:
1. La distribución de materiales en varios idiomas para informar a los extranjeros de los kínderes y colegios que hay en la zona donde viven.
2. Apoyar a los estudiantes extranjeros que toman exámenes de ingreso a koko.
3. Enviar profesores de idiomas o intérpretes a escuelas para discapacitados.
4. Incentivar a los colegios a utilizar sistemas de traducción en múltiples idiomas para reforzar la «educación a distancia» entre clases en lugares con numerosos estudiantes extranjeros y aquellas a las que asisten pocos. En los sitios donde la población foránea es escasa, los niños, debido a su bajo número, reciben poco apoyo en idioma japonés, a diferencia de los lugares donde su número es alto y la ayuda es mayor.
El ministerio instará a los gobiernos prefecturales a considerar medidas para ayudar a los estudiantes extranjeros a superar las barreras de idioma en las pruebas de admisión a koko. Por ejemplo:
1. Añadir caracteres hiragana al lado de los kanjis escritos en las preguntas del examen.
2. Permitir que usen diccionarios durante la prueba.
3. Establecer una cuota de admisión de estudiantes extranjeros.
Con respecto a los chicos extranjeros discapacitados, el ministerio señaló que «enfrentan un doble problema». Para ayudarlos, capacitará a profesores para que adquieran aptitudes para enseñarles.
Además, planea aumentar el número de escuelas de secundaria nocturna en todo el país.
La educación básica es obligatoria en Japón, pero no para los extranjeros, motivo por el cual los padres de niños extranjeros no están obligados a enviarlos a escuelas de primaria o secundaria. Además, muchas escuelas no están preparadas para recibir a niños extranjeros. La gran barrera es el idioma. (International Press)
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