El Ministerio de Comunicaciones de Japón presentó el martes un plan para reducir la multa por la cancelación anticipada de contratos de telefonía móvil de dos años a 1.000 yenes (9,2 dólares), informó Jiji Press.
El gobierno busca facilitar que los usuarios se muden de compañía de telefonía móvil si así lo desean, ampliar la competencia y reducir las tarifas.
El plan también fija un tope de 20.000 yenes (184 dólares) en los descuentos en los precios de los teléfonos celulares.
Las dos medidas entrarán en vigor en otoño y afectarán no solo a los tres grandes operadores, NTT Docomo, KDDI y SoftBank, sino también a proveedores de servicios de bajo costo con más de un millón de suscriptores.
Actualmente, los usuarios que cancelan por anticipado un contrato de dos años deben pagar una multa de 9.500 yenes (87,4 dólares), monto que ha sido criticado por ser muy elevado. (International Press)
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