«No permita que sus hijos eleven la voz. Si no puede hacerlo, no se queje de lo que ocurra”, decía una carta dirigida al padre de un niño de un kínder en Tokio.
La carta fue una de las varias que un hombre de 71 años dejó en los buzones de las casas de los niños del kínder.
El sujeto, identificado como Yutaka Arai, fue arrestado por enviar cartas amenazantes, en las que dejaba entrever que podía atacar a los niños si estos no dejaban de hacer ruido, informó Kyodo.
Arai vive cerca de una parada de autobús escolar y, según declaró a la policía, los niños que esperaban el bus hacían demasiado ruido y eso lo molestaba.
El hombre, sin embargo, negó que sus cartas fueran amenazas.
La policía tomó conocimiento del caso a través de uno de los padres. (International Press)
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