El accidente provocado en abril por un conductor de 87 años, que mató a una mujer y su hija de tres años en Tokio, puso nuevamente en la agenda nacional los inconvenientes, a veces con consecuencias mortales, que acarrea el hecho de que personas de avanzada edad continúen conduciendo.
Un estudio realizado por el gobierno de Japón halló que una de cada cuatro personas de 80 años o más aún conduce, reveló Kyodo.
El sondeo gubernamental fue respondido por 1.870 personas de 60 años o más de todo el país.
¿Cómo se movilizan los encuestados?, preguntó el gobierno, ofreciendo la posibilidad de responder varias opciones. El 56,6 % dijo que conduce automóviles, mientras que el 56,4 % camina.
Si bien el número de personas que manejan se reduce con la edad, casi la mitad de encuestados de 75 a 79 años, exactamente el 45,7 %, aún conduce.
En el caso de los octogenarios, el porcentaje es de 26,4 %.
La proporción de ancianos que manejan es mayor en las zonas rurales, donde los servicios de transporte público son limitados. Esto hace de los vehículos medios indispensables para que la gente mayor vaya a hospitales o de compras, según Kyodo.
Por citar cifras, mientras que el 50 % de los encuestados en las grandes urbes del país maneja, el porcentaje se eleva a 75,5 % en los pueblos y aldeas.
El 80,2 % dijo que dejaría de conducir si por su avanzada edad surgiera algún tipo de problema, como una falla visual, que obstaculizara su capacidad de conducir.
El 11,5 %, sin embargo, respondió que continuaría manejando sin importar la edad o problemas físicos menores.
Un funcionario del gobierno de Japón advirtió de que manejar un coche se hace cada vez más difícil “a medida que las funciones cognitivas de las personas disminuyen con la vejez”.
Los accidentes causados por ancianos han impulsado campañas para alentar a aquellos que aún conducen a devolver voluntariamente sus licencias. (International Press)
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