El Japón moderno aún utiliza un sistema de eras que data de 645. Cada era lleva un nombre propio y corresponde al reinado de un emperador. A casi 1.400 años de su introducción, un sector de japoneses cree que el sistema no debería tener cabida en el mundo actual.
Para los detractores del sistema tradicional, Japón debería regirse por el calendario gregoriano.
Uno de los opositores es el profesor de literatura china de la Universidad de Kioto, Hiroshi Kozen, que dice que la sociedad japonesa “ya no está controlada por un emperador».
«El sistema de eras debería reflejar el deseo de la gente y tenemos que empezar por discutir por qué lo necesitamos», afirma en declaraciones a Kyodo.
Koichi Shin, miembro de un grupo que rechaza el sistema imperial, sostiene que este viola la Constitución.
El empresario japonés Takafumi Horie opina que Japón debería adoptar el calendario gregoriano en los documentos oficiales porque el sistema nipón es inconveniente.
La semana pasada, un abogado, un periodista y un ejecutivo presentaron una demanda ante el Tribunal de Distrito de Tokio para pedir la suspensión del cambio de nombre de la era. Los demandantes consideran que el sistema imperial es innecesario.
Las opiniones están divididas en la sociedad japonesa. En una reciente encuesta, Kyodo preguntó qué sistema preferían utilizar en su vida cotidiana.
El 39,8 % dijo que ambos.
El 34,6 % prefiere el calendario gregoriano.
El 24,3 % prefiere el sistema japonés.
La oposición no es reciente.
En 1950, en el Japón de la posguerra, se discutió en la Dieta por primera vez la posibilidad de eliminar el sistema imperial, recuerda Kyodo. La mayoría de miembros de un panel que abordó el tema se mostró a favor de su desaparición.
El calendario gregoriano es mejor desde una perspectiva internacional, alegaron. Sin embargo, el sistema se mantuvo.
Casi tres décadas después, en 1979, se promulgó una ley que establecía que el nombre de la era se fija a través de una norma gubernamental y oficializó que cada era correspondía al reinado de un emperador (en el Japón antiguo el nombre de la era se modificaba no solo cuando un nuevo emperador ascendía al trono, sino también cuando se producían acontecimientos extraordinarios, buenos o malos como un terremoto).
En aquel entonces, el vicepresidente de Partido Comunista de Japón dijo que la ley colisionaba con la Constitución y representaba la vuelta a tiempos monárquicos centrados en la figura del emperador.
40 años después, el sistema sigue vigente. El 1 de mayo se inaugurará la era Reiwa con la ascensión al trono del príncipe Naruhito. (International Press)
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