Keiko Ozaki fue jefa de contabilidad de una corporación médica en Nagoya hasta el mes pasado. La mujer de 66 años no solo perdió el trabajo, sino también la libertad.
La policía de la prefectura de Aichi arrestó a Ozaki por el desfalco de cien millones de yenes (903.000 dólares), revela Tokyo Reporter.
Lo singular del caso es que ella, a su vez, fue víctima de una modalidad de estafa denominada “romance internacional”. ¿En qué consiste? Mujeres japonesas conocen en línea a supuestos extranjeros (soldados estadounidenses, por ejemplo) que las enamoran y después les piden dinero. Cuando lo reciben (a través de transferencias bancarias), desaparecen.
Ozaki, que trabajó durante 20 años en la corporación médica, declaró a la policía: “Mi novio, al que conocí por internet, tiene problemas de dinero. Yo quería ayudarlo”.
Una de las víctimas de esta modalidad de estafa, una mujer en la cincuentena que reside en la prefectura de Fukuoka, envió el año pasado seis millones de yenes (54.000 dólares) a la cuenta bancaria de un supuesto soldado de Estados Unidos.
Detrás de la estafa estuvieron cuatro hombres de Nigeria y Camerún que en enero fueron arrestados por la policía. (International Press)
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