El luchador estadounidense Richard Beyer, conocido como “The Destroyer”, viajó a Japón por primera vez en 1963 para pelear contra el japonés Rikidozan, una leyenda de la lucha en el Japón de la posguerra.
El combate fue televisado, tuvo un enorme rating de 64 % y desató un boom de la lucha en el país asiático, recuerda Kyodo.
Ahi también comenzó la celebridad de The Destroyer en Japón en las décadas de 1970 y 1980. Fue un ícono pop. También peleó con Giant Baba, otra leyenda nipona.
Beyer murió el jueves en su casa de Nueva York. Tenía 88 años.
«Estaba en la cama en casa, rodeado de todos sus hijos y esposa, mientras se iba en paz», escribió su hijo Kurt en Facebook.
Beyer mantuvo una relación cercana con Japón durante mucho tiempo. En las décadas de 1980 y 1990, promovió intercambios entre jóvenes luchadores japoneses y estadounidenses.
En 2011, colaboró en actividades de apoyo a las personas afectadas por el terremoto y el tsunami que devastó el noreste de Japón.
En febrero de 2018, Beyer recibió la Orden del Sol Naciente, Rayos de Oro y Plata, una las condecoraciones más altas que concede Japón.
Después de la ceremonia, el luchador contó que cuando era estudiante Japón era el enemigo (en alusión a la II Guerra Mundial). Sin embargo, destacó que se convirtió en un gran fanático del país asiático después de conocerlo.
En una entrevista concedida a un periodista japonés, The Destroyer dijo que creció odiando a Japón. Todo cambió con los viajes que hizo. «No juzgues lo que sucedió antes, juzga lo que está sucediendo ahora», declaró, según Tokyo Reporter.
Cuando el periodista le preguntó si se quitaría la máscara para que el público japonés viera su rostro, el hombre se rio y respondió: “No, porque es un secreto”.
Beyer esperaba visitar Japón durante los Juegos Olímpicos y Paralímpicos de Tokio 2020. (International Press)
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