El Ministerio de Trabajo, Salud y Bienestar, agencias de desarrollo y grupos empresariales comenzaron a discutir hoy el establecimiento de un salario mínimo único en todo el país en los sectores industriales que contratan extranjeros, y también japoneses, que también incluyen el campo del cuidado de ancianos y la construcción.
Japón no quiere que los trabajadores extranjeros, en especial, se concentren en áreas urbanas donde el salario es mayor, como Tokio que paga por hora 985 yenes frente a los 761 yenes en Kagoshima, una diferencia de 224 yenes que inclina la balanza de la migración laboral.
El Gobierno japonés se prepara también para la llegada de miles de trabajadores asiáticos desde abril próximo y quiere que el salario mínimo sea uniforme en todas las prefecturas tanto para inmigrantes como para japoneses.
Cada año, el salario mínimo se decide por negociación laboral y medidas administrativas en cada prefectura y según las pautas establecidas por el Ministerio de Salud, Trabajo y Bienestar.
Un representante del Ministerio dijo a NHK que «deben adoptarse estas medidas para evitar que la mano de obra extranjera se concentre en regiones como Tokio y alrededores». (International Press)
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