Como era previsible, las declaraciones del presidente de la Asamblea Nacional de Corea del Sur, Moon Hee Sang, que dijo que el emperador Akihito debería pedirle perdón a las ex esclavas sexuales surcoreanas, fueron recibidas de manera negativa en Japón.
El ministro de Asuntos Exteriores de Japón, Taro Kono, expresó su preocupación por las palabras de Moon.
«Quiero que tenga cuidado con sus comentarios», dijo Kono en declaraciones recogidas por Kyodo.
Kono aludió al acuerdo que en 2015 firmaron los gobiernos de Japón y Corea del Sur y que resolvía de manera definitiva e irreversible el asunto de las mujeres que el ejército japonés forzó a prostituirse antes y durante la Segunda Guerra Mundial para atender a sus soldados.
Si bien el actual gobierno de Corea del Sur ha cuestionado el tratado, suscrito por la administración anterior, no ha exigido su renegociación.
En una entrevista concedida a Bloomberg, Moon se refirió a Akihito como el «el hijo del principal culpable de los crímenes de guerra», en alusión al emperador Hirohito, y dijo que debería pedir perdón antes de abdicar el 30 de abril.
El funcionario surcoreano aseguró que si Akihito tomara las manos de las ancianas y les dijera que lo siente mucho los problemas se resolverían de una vez por todas.
El gobierno de Corea del Sur le explicó a Kono, según este, que la nota difundida por Bloomberg no reflejaba la posición original de Moon. (International Press)
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