El gobierno de Japón tiene suficientes vacunas para un millón de cerdos ante el brote de peste porcina que afecta a cinco prefecturas.
Los criadores de cerdos están solicitando cada vez más el uso de las vacunas.
Sin embargo, el gobierno quiere frenar la enfermedad sin recurrir a ellas por el momento, informó la NHK.
El Ministerio de Agricultura considerará la vacunación si el brote de peste porcina se sale de control.
¿Por qué la renuencia? El ministerio teme que el empleo de las vacunas impida que Japón recupere el estatus de seguridad de la Organización Mundial de Sanidad Animal por más de un año y perjudique las exportaciones de carne de cerdo.
Por otro lado, el ministerio sostiene que los agricultores podrían descuidar el control de la higiene, que incluye acciones como la desinfección, si los cerdos son vacunados, aumentando el riesgo de que broten otras enfermedades.
Por el momento, la lucha contra la enfermedad se realizará a través de su detección temprana, el sacrificio de los animales enfermos y la desinfección. (International Press)
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