En julio de 2016, un adolescente de 17 años, estudiante de segundo año de koko en la prefectura de Yamaguchi, se suicidó. Un tren lo atropelló en una estación en la ciudad de Shunan.
El menor era víctima de ijime, pero no solo por parte de otros estudiantes, sino también de sus profesores, según la investigación desarrollada por un panel independiente.
El grupo de trabajo elevó los resultados de sus pesquisas al gobernador de Yamaguchi, Tsugumasa Muraoka, informó Mainichi Shimbun.
Si la escuela hubiera tomado las medidas apropiadas, se habría podido salvar la vida del estudiante, de acuerdo con el panel.
Este caso de bullying no es usual, tanto así que la ley japonesa para la prevención del ijime no incluye disposiciones relativas a la participación de los maestros como abusadores.
El abogado de la familia de la víctima dijo que es extremadamente raro que el acoso de un maestro contra un estudiante sea reconocido.
En el presente caso, además, fueron varios los maestros implicados, no uno solo. El grupo reveló que los profesores humillaban públicamente al chico gritando repetidamente su nombre delante del resto de estudiantes, haciendo que estos se rieran. En un tuit el suicida dijo que “odiaba” eso.
En total, el panel detectó cinco incidentes que etiquetó como ijime por parte de los maestros.
En el caso del bullying ejercido por otros estudiantes, halló 18 incidentes, como dejarlo fuera del salón de clases o excluirlo de un grupo de chat en LINE.
Los investigadores dijeron que el comportamiento de los profesores podría haber incentivado a los estudiantes a maltratar a la víctima.
Esta investigación es la segunda que hace con respecto al caso. Hubo una anterior, de 2017, que concluyó que el chico había sido víctima de ijime, pero sin asociarlo con su suicidio. Al considerarla insuficiente, la familia solicitó una nueva investigación. (International Press)
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