Solo 247 extranjeros han participado en el programa de capacitación técnica en la industria del cuidado de ancianos lanzado por Japón en noviembre del año pasado. El número de solicitantes ascendió a 986.
La cifra es mucho menor de la esperada por el gobierno de Japón y ha generado dudas sobre los cálculos gubernamentales con respecto al número de trabajadores extranjeros que formarán parte del nuevo programa de visado que entrará en vigor -si todo sale como está planeado- en abril de 2019, revela Kyodo.
El gobierno espera que durante el primer año de vigencia del nuevo programa 5.000 extranjeros trabajen en el sector de cuidado de ancianos.
¿A qué se atribuye la baja cifra? En parte, al requisito de que los extranjeros que deseen participar en el programa deben tener un nivel relativamente alto de dominio del idioma japonés para poder comunicarse con los pacientes.
Los participantes deben superar el nivel N4 de la prueba de aptitud de dominio del idioma japonés, que indica la capacidad de entender el japonés básico, antes de viajar a Japón.
Durante el segundo año, los helpers deben aprobar el nivel N3, que señala un mayor conocimiento de la lengua, lo suficiente para entenderla en situaciones cotidianas. Si no aprueban, tienen que volver a sus países.
A la luz de los hechos, Japón está considerando permitir a los extranjeros que no superen el N3 permanecer en el país.
Un funcionario del gobierno japonés explicó que ante la preocupación de que sus ciudadanos no aprueben la prueba y sean obligados a retornar, Vietnam y Filipinas son reacios a enviarlos a Japón.
El gobierno japonés estima que alrededor de 345 mil extranjeros trabajarán en Japón durante los primeros cinco años de funcionamiento del nuevo programa en sectores que sufren una grave escasez de personal.
En el mismo lustro, el gobierno calcula que entre 50.000 y 60.000 extranjeros trabajarán como helpers, proyecciones que -según Kyodo- parecen ser demasiado optimistas considerando, sobre todo, que países como Alemania, Estados Unidos y Singapur también sufren una escasez de cuidadores, motivo por el cual la competencia es fuerte. (International Press)
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