El primer brote de peste porcina detectado en Japón en 26 años acarreó el sacrificio de 546 cerdos y una suspensión de las exportaciones de carne de cerdo que durará al menos tres meses, hasta que el país esté libre de la enfermedad, informó la agencia Kyodo.
En una granja en la ciudad de Gifu, aproximadamente 140 cerdos murieron la semana pasada debido a la peste porcina. Todos los animales muertos fueron enterrados en la granja y se prevé que la desinfección del lugar termine hoy.
La granja despachó carne de cerdo hasta el miércoles pasado, dos días después de la muerte repentina de un cerdo. Un análisis preliminar del animal realizado por el gobierno local no halló rastros de la enfermedad, pero otras pruebas, efectuadas por el gobierno central, revelaron que estaba infectado.
Las autoridades, tanto del gobierno nacional como de la prefectura de Gifu, prevén investigar cómo comenzó el brote.
La última vez que se registró la peste porcina en Japón fue en 1992. El gobierno nipón declaró erradicado el virus en 2007.
La peste porcina afecta únicamente a cerdos y jabalíes con una tasa de mortalidad de casi el 100 %. La enfermedad no afecta a seres humanos incluso si estos consumen carne de un animal infectado.
La peste porcina origina síntomas como fiebre, pérdida de apetito y dificultad motora.
Las exportaciones de carne de cerdo de Japón ascendieron a mil millones de yenes (casi nueve millones de dólares) en 2017. (International Press)
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