Aprendices extranjeros han formado parte de la mano de obra utilizada para los trabajos de reconstrucción en la prefectura de Kumamoto tras los terremotos que sufrió en 2016.
Algunos habrían sido explotados.
Uno de ellos, un filipino, presentó una demanda contra una compañía de construcción por verse obligado a realizar tareas no estipuladas en su contrato y el no pago de 630.000 yenes (casi 5.700 dólares) en horas extras, informó la agencia Kyodo.
El dueño de una empresa de construcción dijo que estaba sorprendido de encontrar subcontratistas que utilizaban a muchos trabajadores extranjeros, al parecer de países del sudeste asiático, para la demolición de edificios.
El hombre se enteró de casos en los cuales los extranjeros deben usar maquinaria pesada, cuyo empleo entraña riesgos, pese a no tener las licencias correspondientes.
Shinichiro Nakashima, líder de una organización con sede en Kumamoto que apoya a los residentes extranjeros en Japón, declaró a Kyodo que «es difícil conocer las condiciones reales de trabajo de los aprendices, y ellos no pueden alzar la voz». A su juicio, el gobierno de Japón debe seguir de cerca del tema.
El número de aprendices extranjeros en Kumamoto aumentó de 2.700 en 2015 a 4.500 en octubre de 2017. El aumento estaría relacionado con la gran demanda de trabajadores de construcción.
Decenas de miles de casas en Kumamoto quedaron destruidas o parcialmente dañadas tras los terremotos de abril de 2016.
El número de trabajos relacionados con la construcción, incluyendo la demolición de edificios, se duplicó a 6,71 por solicitante de empleo en abril con respecto a dos años antes. Ante la escasez de mano de obra, el proceso de reconstrucción avanza con lentitud. (International Press)
Be the first to comment