Una serie de negligencias facilitaron la fuga de Junya Hida, un hombre de 30 años acusado de violación que huyó de una estación de policía en Osaka después de reunirse con su abogado el domingo en la noche.
Los policías de la estación de Tondabayashi se dieron cuenta de que el hombre había desaparecido a las 9:43 p. m.
La policía de la prefectura de Osaka instaló sensores en las puertas de las salas de visitas en sus 65 estaciones tras el suicidio en 2007 de un sospechoso en una estación de policía en la prefectura de Tochigi.
Cuando un abogado o cualquier otro visitante abre la puerta de la sala de reuniones, se enciende una luz y se emite un sonido. Así las cosas, la policía de la estación sabe cuándo una reunión o visita acaba.
Sin embargo, la estación de Tondabayashi quitó las baterías de los sensores. Debido a esto, los policías tardaron una hora y 45 minutos en darse cuenta de que la reunión entre el prófugo y su abogado había terminado. Tiempo más que suficiente para que Hida escapara.
Otra cosa: se les pide a los abogados que avisen a los policías cuando finalizan sus visitas a los detenidos.
Los policías a cargo de la estación de Tondabayashi juzgaron que los sensores no eran necesarios por la regla anterior: ellos pedían a abogados y detenidos que avisaran cuando sus reuniones acababan. Con eso pensaban que era suficiente.
Sin embargo, el abogado de Hida no informó a los oficiales sobre el fin de la reunión.
Tras el vergonzoso incidente, la policía de Osaka instruyó a todas las estaciones para que coloquen policías en una sala contigua a aquella en la que el abogado se reúne con su cliente (en el caso de Tondabayashi el ambiente vecino estaba desocupado), que verifiquen que los sensores en las puertas están funcionando correctamente y que se cercioren de que los detenidos retornan a sus celdas tras entrevistarse con sus abogados. (International Press)
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