73 años después del lanzamiento de la bomba atómica sobre Hiroshima, el alcalde de la ciudad japonesa hizo un llamado para construir un mundo sin armas nucleares a través del diálogo, informó la agencia Kyodo.
«Si la familia humana olvida la historia o deja de enfrentarla, podríamos cometer nuevamente un terrible error», dijo Kazumi Matsui durante una ceremonia conmemorativa.
Matsui remarcó que «ciertos países están proclamando abiertamente un nacionalismo egocéntrico y modernizando sus arsenales nucleares, reavivando las tensiones que se habían relajado con el final de la Guerra Fría».
Japón debe liderar a la comunidad internacional hacia «el diálogo y la cooperación para un mundo sin armas nucleares», subrayó.
Aunque no instó explícitamente al gobierno de Japón a firmar un tratado mundial de prohibición de armas nucleares (suscrito en 2017), pidió a los líderes mundiales que lo conviertan en un hito hacia el objetivo de abolirlas.
En el Parque de la Paz de Hiroshima se guardó un minuto de silencio a las 8:15 a. m., hora en que cayó la bomba. El primer ministro de Japón, Shinzo Abe, asistió a la ceremonia.
Abe prometió que Japón trabajará para unir a las potencias nucleares y los estados no nucleares y liderar los esfuerzos internacionales.
Asimismo, se reafirmó en los tres principios antinucleares de su país: no producir armas nucleares, no poseerlas y no permitir su entrada en su territorio.
Por su parte, el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, dijo que Hiroshima deja un legado de «resiliencia».
También estuvieron presentes representantes de 85 países (entre ellos Estados Unidos) y la Unión Europea.
A fines de 1945, unas 140.000 personas habían muerto en Hiroshima como consecuencia de la bomba.
De acuerdo con cifras de marzo pasado, existen 154.859 hibakusha con una edad promedio de poco más de 82 años. (International Press)
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