La ministra de Justicia de Japón, Yoko Kamikawa, era renuente a firmar las órdenes de ejecución de los 13 miembros de la secta AUM Shinrikyo, según fuentes de Asahi Shimbun.
Los funcionarios del Ministerio de Justicia presionaron a Kamikawa para que ordenara rápidamente las ejecuciones con el fin de evitar que sus muertes ensombrecieran la coronación del nuevo emperador y los Juegos Olímpicos de Tokio.
En el ministerio abogaban por realizar todas las ejecuciones relacionadas con la secta antes de que acabara la Era Heisei, cuyo fin está previsto para fines de abril de 2019 con la abdicación del emperador Akihito. El 1 de mayo ascenderá al trono el príncipe Naruhito.
El ministerio no quería que las ejecuciones “arruinaran” la celebración de la ascensión de Naruhito o los Juegos de 2020.
Durante las discusiones sobre el tema, la ministra «no pudo decidirse tan fácilmente», según una fuente del ministerio. Kamikawa mostró signos de angustia y estuvo a punto de llorar. A gente allegada le dijo que no se sentía bien.
Finalmente firmó las órdenes de ejecución y ahora en el ministerio la elogian. «Los funcionarios del ministerio le deben mucho a la ministra de Justicia», dijo un alto funcionario ministerial.
Por otro lado, se decidió que las ejecuciones se realizaran en dos partes para evaluar la reacción internacional a la primera ronda de muertes.
El ministerio se estaba preparando para recibir “críticas feroces” ante las ejecuciones. Sin embargo, apenas hubo protestas por parte del público. Juzgando que no había motivos para aplazar la segunda ronda de ejecuciones, se siguió adelante con el plan. (International Press)
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