En julio de 2016, un profesor de una escuela municipal en la prefectura de Toyama sufrió un derrame cerebral. Dos semanas después murió. En el mes anterior a su fallecimiento, trabajó 118 horas extras (zangyo). Dos meses antes, había hecho 128.
La familia del profesor, un hombre en la cuarentena, presentó una demanda en busca de compensación, alegando que el trabajo en exceso causó su muerte.
Las autoridades de Toyama han reconocido su caso como karoshi (muerte por exceso de trabajo), informó Mainichi Shimbun.
El zangyo realizado por el hombre, que era asesor de un club deportivo de la escuela, superó largamente el límite de 80 horas establecido por el Ministerio de Salud de Japón.
El profesor solo tomó dos días de descanso en el periodo de dos meses antes de sufrir el derrame, debido a los entrenamientos o juegos de práctica durante los fines de semana.
Aunque al hombre le gustaba su trabajo, a veces se quejaba de estrés y agotamiento físico, y decía que quería descansar.
Tadashi Matsumaru, un abogado especialista en karoshi, declaró a Mainichi que es muy raro que se reconozca un caso de exceso de trabajo en un asesor deportivo. Además, reveló que el zangyo en clubes deportivos usualmente no es pagado, algo que debe corregirse de inmediato.
Si bien las actividades del club son consideradas extracurriculares y voluntarias por parte de los estudiantes, en cierto modo son obligatorias para los profesores, pues a muchos les resulta difícil no atender los requerimientos de sus alumnos para que los apoyen.
La Agencia de Deportes de Japón ha fijado directrices para que los miembros de clubes deportivos descansen al menos dos días a la semana. (International Press)
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