Las personas de 60 años o más representaron aproximadamente el 70 % de las víctimas de las inundaciones y deslizamientos de tierra en el oeste de Japón, reveló la agencia Kyodo.
De las 171 personas muertas identificadas hasta ahora (de un total de 217), 118 tenían 60 años o más. Seis tenían menos de diez años.
11 eran nonagenarias; 33, octogenarias; y 43, septuagenarias.
Algunas vivían solas y no pudieron subir por sus propios medios a las azoteas de sus casas inundadas o no tuvieron acceso rápido a información sobre el desastre a través de dispositivos como los smartphones, lo que impidió que pudieran enterarse a tiempo de la gravedad de la situación.
En el distrito de Mabi, ciudad de Kurashiki, prefectura de Okayama, el 90 % de los muertos tenían 60 años o más.
Una mujer de 67 años que reside en Mabi declaró que la orden de evacuación, emitida a través de altavoces externos, era difícil de escuchar.
“Los residentes mayores que no tenían smartphones podrían haber tenido dificultades para entender la situación y no haber podido escapar a tiempo», afirmó.
Más de 4.000 construcciones sufrieron inundaciones. El municipio proporcionará viviendas temporales a los damnificados. El gobierno metropolitano de Tokio anunció el ofrecimiento de 220 casas para los afectados.
Por otro lado, el intenso calor, el barro, los escombros y el polvo están afectando la salud de los damnificados y los voluntarios involucrados en operaciones de rescate.
El municipio de Kurashiki ha pedido a la gente que use máscaras y protección para los ojos, y que haga gárgaras con frecuencia.
Mientras tanto, el primer ministro de Japón, Shinzo Abe, anunció que el gobierno brindará subsidios especiales para la recuperación de las regiones devastadas.
La ayuda financiará la reconstrucción de la infraestructura y el apoyo a empresas y agricultores perjudicados por el peor desastre climático en Japón en décadas. (International Press)
Be the first to comment