El Ministerio de Educación de Japón tiembla después del remezón que significó el arresto de un alto funcionario por soborno, Futoshi Sano, que dirigía la política educativa y científica del país.
Sano favoreció el año pasado a la Universidad Médica de Tokio para que se beneficiara de un programa de subsidios que el gobierno de Japón otorga a universidades privadas a cambio del ingreso de su hijo a la institución educativa.
“Es una vergüenza”, declaró un funcionario del Ministerio de Educación a Mainichi por el caso de corrupción que “daña la confianza del público en el ministerio, que es responsable de las políticas educativas».
El escándalo se suma a otros que comprometen al ministerio, uno de los cuales involucró al propio Sano, que en 2017 recibió una amonestación por escrito después de que se acusó al ministerio de ayudar a sus funcionarios jubilados a encontrar trabajo en compañías que antes habían supervisado.
Otro funcionario del ministerio se preguntó cómo Sano se involucró en un nuevo caso después del escándalo por el que recibió una reprimenda. “¿Dónde estaba su conciencia?”.
Sano había desarrollado una carrera ascendente dentro del ministerio y era uno de los principales candidatos para asumir como viceministro de Educación.
Un alto funcionario se refirió a Sano como el “típico burócrata” que obedece a sus jefes y actúa de manera arbitraria con sus subordinados. Otra persona que trabaja en el ministerio lo describió como un oportunista, siempre buscando la manera de ascender. Era muy duro con sus empleados, añadió. «Era pedante e incluso una vez le ordenó a un subordinado que moviera un documento solo un milímetro».
Sano estaba bien conectado con los políticos y no lo ocultaba, motivo por el cual era difícil que alguien se metiera con él en el ministerio.
Otro funcionario no se anduvo con medias tintas. “Se lo merece”, dijo, en alusión a su arresto.
Por otro lado, la Universidad Médica de Tokio se disculpó por el escándalo de corrupción y dijo que está cooperando plenamente con la investigación de la fiscalía de Tokio. (International Press)
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