Luis Miguel Pascual
«Ya no somos la sorpresa, ahora nos respetan», asegura a Efe Giancarlo González minutos después de que su equipo cayera ante Serbia por 0-1 en el estreno del Mundial de Rusia poniendo fin a una racha de cinco partidos sin derrota en esta competición.
Eliminados en la tanda de penaltis por Holanda en cuartos de final del Mundial de Brasil, los «ticos» han dejado atrás el estatus de sorpresa para tener por delante la dura tarea de mantenerse vivos en Rusia comenzando con una derrota y con un partido frente a Brasil en el horizonte.
«Veníamos a no perder y ahora lo tenemos más cuesta arriba, contra uno de los favoritos para ganar el Mundial», señala a Efe el delantero Marcos Ureña.
«Está mucho más difícil, pero nada es imposible», señala a Efe el defensor Bryan Oviedo.
Los «ticos» han descubierto que sus rivales ya no les tratan como un equipo pequeño y así es más difícil transitar en una competición tan importante como el Mundial.
«Lo de hace cuatro años es historia y venimos a Rusia con una nueva ilusión, con la misma base pero con jugadores nuevos. Es un nuevo sueño. Buscamos volver a ser la sorpresa», señala González.
Pero el defensor reconoce que el trato no es el mismo. «Antes éramos desconocidos y ahora todos saben quién es Costa Rica, un equipo que juega bien al fútbol, están más atentos», afirma.
Llegar con el cartel de cuartofinalista pone las cosas más duras y eso lo sabe bien el jugador del Bolonia.
«Cuesta que haya sorpresas en el fútbol», asegura antes de comentar que Costa Rica tiene armas para seguir adelante. «Vamos a jugar nuestras cartas. Tenemos dos rivales que sobre el papel son más fuertes, pero nada es imposible», declara.
González recuerda que hace cuatro años acabaron primeros de un grupo en el que había tres campeonas del mundo, Uruguay, Italia e Inglaterra.
Oviedo tampoco tira la toalla, aunque también reconoce que la gesta es más fácil la primera vez. «Fuimos una inspiración para selecciones que vienen ahora sin ser favoritas, como es el caso de Serbia, que nos ganó», aseguró el futbolista del Sunderland.
«Nos os conocen más, nos ven más, nos han podido marcar más parámetros», agrega. Por delante, dice, quedan «dos finales que hay que ganar» para poder optar a repetir lo de hace cuatro años.
«Es más difícil porque empezamos perdiendo. Tenemos que levantar la cabeza y ser fuertes mentalmente. Las gestas son para los grandes equipos», señala.
Oviedo considera que Costa Rica tiene que seguir peleando con sus armas, aunque los rivales ya sepan cómo juega, porque ese tipo de fútbol les ha llevado lejos en Brasil y les hizo superar la fase de clasificación para estar en Rusia.
El mismo sentimiento de que se han ganado un nombre en el panorama futbolístico tiene Ureña.
«Ya no nos ven como entonces, nos estudian, saben que podemos jugar bien al fútbol. Es un reto. Ahora se complicó pero hay que luchar», afirma el futbolista de Los Ángeles Fútbol Club.
«Nos respetan más, conocen nuestras fortalezas, en la cancha se ve que no nos tratan como un rival al que se le gana fácil. Regulan en defensa, se colocan bien, sentimos el respeto que nos hemos ganado por el trabajo que hemos hecho», agrega el atacante.
Ureña cree que el planteamiento con el que han venido a Rusia es más ofensivo que el que llevaban en Brasil, pero quizá no lo suficiente para poner en apuros a los rivales.
«Defendemos bien, pero nos hace falta hacer más daño con la pelota. En Brasil éramos un equipo más de contragolpe, ahora más de toque. Es una selección diferente», dice. EFE
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