El 4 de julio del año pasado, a las 2:30 de la mañana, Yoshiaki Shimaya prendió fuego a un futón con un encendedor en un dormitorio ubicado en el segundo piso de su casa en la prefectura de Miyagi.
Nueve personas vivían en la casa. Tres murieron: su esposa Miyu (31) y dos de sus hijos (una niña de tres años y un niño de uno). La mujer estaba embarazada.
El Tribunal de Distrito de Sendai condenó a 19 años de prisión a Shimaya, informó Japan Today.
Shimaya (41) se declaró culpable. Su defensa alegó, no obstante, que el hombre estaba ebrio cuando incendió la casa y que no había tenido la intención de matar a su familia.
Cuando el fuego se inició, Miyu, la esposa del criminal, llamó al 119 para avisar de que el hombre había prendido fuego a la casa. La mujer huyó a la calle, pero después volvió a la casa para intentar salvar a sus dos hijos menores. Los tres murieron.
Shimaya fue arrestado una hora después de haber iniciado el incendio. Fue encontrado en una carretera, a unos siete kilómetros de su casa.
Sobrevivieron los padres de Shimaya, su hijo mayor, su abuela y su hermano menor.
El asesino tenía antecedentes. En 2015, su esposa buscó ayuda de la policía porque él se emborrachaba a menudo y la golpeaba. (International Press)
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