Durante el año académico 2014, unos 47 pacientes extranjeros necesitaron servicios de interpretación en el Hospital de la Universidad de Osaka. En el año académico 2016, la cifra aumentó a 160, más de tres veces más.
Ante el crecimiento del número de extranjeros, tanto residentes como turistas, y, por consiguiente, de posibles pacientes procedentes del exterior, la Universidad de Osaka tiene un programa de intérprete médico para facilitar la comunicación entre los extranjeros y el personal médico.
Si los términos médicos pueden resultar difíciles para los mismos japoneses (en realidad, para gente en cualquier parte del mundo), con mayor razón aún para los extranjeros.
Para cumplir una tarea tan delicada se requieren intérpretes especializados. En muchos casos intérpretes no familiarizados con la fraseología médica son enviados a hospitales y por su falta de conocimiento su labor no es tan eficaz como debiera.
Ante la ausencia de un sistema para certificar intérpretes médicos, la Universidad de Osaka estableció un curso de formación en interpretación médica en abril de 2015, en inglés, chino, español y portugués, revela Mainichi Shimbun.
Durante un año aproximadamente, los intérpretes que toman el curso reciben enseñanzas y entrenamiento de expertos de la universidad en el funcionamiento del cuerpo humano, enfermedades y ética médica, entre otras cosas.
Cien personas han completado el curso, que tiene un costo de 290.000 yenes (2.647 dólares) sin impuestos. Unos 200.000 yenes son para las clases teóricas y textos, mientras que los otros 90.000 para las prácticas en hospitales.
Uno de los cien es un hombre chino de 36 años llamado Wen Jun, que ahora trabaja como intérprete médico en el Centro para la Salud Global del Hospital de la Universidad de Osaka.
Wen estudió nihongo en una universidad de su país y arribó a Japón hace unos 10 años. Cuando se sentía mal e iba al hospital, pese a haber estudiado japonés, tenía problemas para entender la compleja jerga médica que usaba el personal médico. Se necesitan intérpretes especializados, pensó, y cuando se enteró del programa de la Universidad de Osaka decidió matricularse.
Wen subraya que aunque seas fluido en un idioma, “eso no significa que puedas trabajar como intérprete médico». «El conocimiento médico que he adquirido a través del programa ha sido extremadamente útil», añadió el hombre, que espera aliviar la tensión o preocupación de los pacientes extranjeros ante la barrera del idioma.
El director del Centro para la Salud Global de la Universidad de Osaka, Ken Nakata, explica que el alcance del programa de capacitación busca ser nacional para contribuir con intérpretes especializados a los hospitales de todo el país.
Advierte, eso sí, que para mejorar la calidad de la interpretación médica es necesario establecer un sistema nacional de certificación unificada.
Las inscripciones para el examen de admisión de 2019 empezará en febrero próximo, según la página web de la universidad. Entre los requisitos, se exige a los estudiantes nivel 2 de certificación CEFR de comprensión oral y escrita (DELE B2 para el caso de español), nivel 1 de idioma japonés, capacidad lingüística de grado superior de su lengua materna, alto nivel de comprensión de costumbre y cultura del país de su idioma materno y de la cultura japonesa, entre otros.
La universidad dijo quienes no aprueben el examen de admisión, y siempre y cuando haya cupo, el postulante podrá asistir a clases como alumno libre y es posible que no reciba ninguna certificación oficial. Mayores informes consultar en la web del centro de estudios: (http://conso-kansai.or.jp/interpreter/) (International Press)
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