Un hombre cuya delación permitió la captura del líder de una banda yakuza ganó una larga batalla legal: el Tribunal de Familia de Tokio autorizó que se cambie de nombre y apellido para que los mafiosos no lo encuentren y se venguen de él.
Mainichi Shimbun destacó que la medida es inusual, pues la justicia en Japón es renuente a permitir los cambios de nombres.
Lo vivió en carne propia el hombre, que dijo que el proceso para que su petición fuera aceptada fue difícil y que las personas que cooperan en investigaciones contra el crimen organizado deberían tener más facilidades para adoptar otra identidad y no pasar por lo que él paso.
El hombre fue miembro del crimen organizado y como tal fue arrestado y condenado en el transcurso de la investigación.
El sujeto tenía protección policial las 24 horas y usaba un seudónimo para no ser localizado. Sin embargo, cuando tenía que realizar un trámite (mudarse de vivienda o registrar un teléfono móvil) tenía que usar su verdadero nombre y proporcionar una identificación.
Con miedo de que logren rastrearlo y cazarlo, hace varios años el hombre solicitó ante el tribunal que el seudónimo (nombre de pila y apellido) que usaba se convirtiera en su nombre legal.
El tribunal dijo que solo podía permitir que modificara su nombre de pila. El hombre insistió y solicitó que también le permitieran cambiar de apellido.
El tribunal rechazó su pedido y le sugirió que se casara con su pareja y adoptara el apellido de ella. El hombre alegó que el apellido de su pareja también era conocido por los mafiosos.
Finalmente, el tribunal aceptó su pedido.
Los tribunales en Japón, según Mainichi, son reacios a autorizar la modificación de nombres debido a que si permitieran que la gente se los cambiara fácilmente se generaría confusión en la sociedad.
Muchas veces, acusados en casos penales y presos cambian sus nombres a través de adopciones o matrimonios. (International Press)
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