Japón continúa adelante con su propósito de acortar las largas horas de trabajo y, en general, de aligerar la carga laboral de los empleados, en una sociedad donde el exceso de trabajo y sus penosas consecuencias (enfermedades o muertes) son un problema de Estado.
El gobierno japonés planea promover una semana laboral de cinco días en obras públicas, informó Jiji Press.
En muchos casos la presión de reducir los periodos de construcción obliga a los operarios a trabajar más de cinco días a la semana.
Una cifra elocuente: en menos del 10 % de las obras de construcción en Japón los trabajadores toman ocho días de descanso en un periodo de cuatro semanas.
En el actual año fiscal, el Ministerio de Trabajo planea pagar hasta un 5 % más en costos de personal en obras a cargo del Estado si los trabajadores descansan dos días a la semana.
La medida busca evitar que los ingresos de los trabajadores disminuyan debido al aumento de los días libres. (International Press)
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