En abril entró en vigor en el barrio de Setagaya, Tokio, una ordenanza contra la discriminación para proteger a las minorías raciales, étnicas y sexuales.
Al día siguiente de su puesta en marcha, una mujer de 65 años interpuso la primera queja contra la discriminación. El objeto de la denuncia es un empleado del mismo municipio de Setagaya.
La mujer reportó que su hija recibió un trato discriminatorio por parte del funcionario en 2016 debido a que nació fuera del matrimonio, informó Asahi Shimbun.
En 2016, la hija, una mujer treintañera, visitó una oficina municipal con la intención de modificar el registro familiar debido a que se iba a casar.
El funcionario que la atendió le dijo que su madre «no puede ser la cabeza de una familia».
La hija nunca fue reconocida legalmente por su padre biológico. El espacio del nombre de su padre fue dejado en blanco en el registro familiar.
El empleado exigió a la hija que pusiera el nombre del padre en el espacio en blanco.
“Escriba el nombre de su padre. El nombre de su padre debe figurar en el registro», insistió el funcionario.
La madre consultó a una organización civil que combate la discriminación contra los niños nacidos fuera del matrimonio y presentó dos solicitudes, en enero y febrero de 2017, para mejorar los procedimientos en la sección a cargo de los registros familiares. No le hicieron caso.
Todas las quejas, según la ordenanza, deben ser evaluadas por un comité de tres expertos en temas de discriminación.
Las autoridades de Setagaya se comprometieron a investigar el asunto rápidamente. (International Press)
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