En 2015, los gobiernos de Japón y Corea del Sur llegaron a un acuerdo “final” e “irreversible” sobre el tema de las esclavas sexuales, mediante el cual Japón se comprometía a aportar mil millones de yenes (9,2 millones de dólares) a un fondo para apoyar a las víctimas y a ofrecerles disculpas públicas.
Sin embargo, el actual presidente surcoreano, Moon Jae-in, cuestiona el acuerdo, alegando que no tomó en cuenta a las víctimas y, aunque no buscará renegociarlo, espera de Japón medidas adicionales de reparación.
Japón ha dado por cerrado definitivamente el tema y durante la reunión que sostuvieron recientemente en Corea del Sur el primer ministro japonés, Shinzo Abe, y Moon, el primero instó enérgicamente al segundo a acatar el acuerdo de 2015, informó la NHK.
Esta revelación fue hecha por el mismo Abe en la Dieta.
El primer ministro nipón también le dijo a Moon que fue objeto de duras críticas cuando se firmó el acuerdo.
Abe visitó Corea del Sur para asistir a la ceremonia de inauguración de los Juegos Olímpicos de Pyeongchang.
El gobernante japonés también contó que habló brevemente con el líder ceremonial de Corea del Norte, Kim Yong Nam, a quien le transmitió la posición de Japón sobre los secuestros de ciudadanos japoneses y los programas de desarrollo nuclear y de misiles de Pyongyang.
Abe exigió con firmeza a Kim que los secuestrados sean devueltos a Japón. (International Press)
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